Qué es el enamoramiento y cómo entenderlo de la mejor forma

El Dr. Alejandro Radchik nos explica qué es el amor en el sentido práctico  y enamoramiento en el estado psicótico

CDMX, México. Abril 29, 2024.- El ser humano desencadena una serie de cambios hormonales y un desajuste en el balance corporal al tener relaciones sexuales. En la mente también sobreviene una “revolución”, que cumple el mandato natural, y de esta forma, surge el enamoramiento.

Nos enamoramos para establecer una relación de pareja a fin de cumplir el mandato de la naturaleza, por lo cual se tiende a idealizar, esto es, a inventar cualidades al otro, y a negar, o “hacer como si no existieran” sus defectos.

Tras haberle inventado cualidades al “ser amado” y negar sus defectos, nos hemos “enamorado” de una persona que no existe.  Hemos inventado a la pareja que algún día anhelamos encontrar.

El tan popular “desengaño amoroso” surge por un “autoengaño” (fruto de un trance psicótico) durante el proceso para encontrar pareja. Tras este desafiante contacto con la realidad, surgirá el “amor”, pues es un hecho que una vez que hemos encontrado a la pareja compatible con quién se podría construir una relación, resulta conveniente cuidarla a fin de conservarla.

Para preservar la relación surgirá una fuerza que buscará mantener unida a la pareja. Dicha fuerza es el amor. Se valdrán del instinto de vida (libido), y de  técnicas para ofrecer placer, diversión, cuidados,  cariño, y se crea una costumbre que nos ofrece mutuamente seguridad, compromiso, equilibrio, complicidad.

Para conciliar las diferencias entre los miembros de la pareja, se minimizarán los defectos y se enaltecerán las cualidades: así podrá mantenerse unida sin apartarse de la realidad, como en el enamoramiento.

Patología del amor

Toda relación amorosa es susceptible de viciarse. La convivencia humana requiere de ciertas virtudes como la tolerancia a la frustración. Como resultado de la convivencia y la costumbre pueden surgir el aburrimiento y el hartazgo (pensemos en la convivencia entre hermanos, por ejemplo), pudiéndose “dañar” la relación con faltas de respeto, infidelidades, etc.

Para neutralizar estos daños será siempre conveniente intentar recordar cómo inició la relación; ello ayudará a recuperar la ilusión.

Personalidades compatibles

Las relaciones de pareja son un “equipo” formado por dos seres diferentes que complementarán personalidades, brindándose mutuamente cualidades de las que carecen el otro u otra: de ahí viene la frase “siempre hay un roto para un descosido”. El psicoanálisis considera cierto tipo de personalidades que cuando hacen pareja, suelen complementarse.

Partiendo de que, según el psicoanálisis, la base de los distintos diagnósticos son esquizofrenia, manía, melancolía, paranoia, histeria y trastorno obsesivo- compulsivo, nos encontramos con que a veces estos se unen entre sí en sus áreas conflictivas como por una “fuerza magnética”, Por ejemplo, las personas adictas encuentran parejas co-dependientes que necesitan sentir (inconscientemente) que se convertirán en “salvadoras” del adicto, y algunas personas masoquistas encuentran  parejas sádicas  que las maltratan, pues con algunos núcleos depresivos se sienten devaluadas  y merecedoras de castigos. Estas uniones, denominadas en el lenguaje moderno “relaciones tóxicas”.

Es cierto que el enamoramiento es un trance psicótico (porque cuando ocurre nos aparta de la realidad), pero es deseable que al menos nos ocurra alguna vez en la vida.

Según Sigmund Freud, salud mental es la “capacidad de amar y trabajar”. Cuando le preguntaron cuál era a su parecer la salud mental, respondió que el ser humano psíquicamente equilibrado deberá ser capaz de realizar ambas actividades satisfactoriamente. Con esta afirmación nos dejó ver que, si bien se ubica en el dominio de las relaciones humanas, el amor deberá acompañarnos en todas las esferas de nuestra existencia.

Lograr que nos apasione nuestro trabajo, por ejemplo, será sumamente importante, pues nos dedicaremos a “crear”, que es justamente la función del amor, lo cual dará sentido a nuestra vida y es una motivación , un “para qué” vivir, de lo que seremos capaces si tenemos dicha capacidad de amar.